En el año 1998 Alcalá de Henares fue declarada por la UNESCO ‘Ciudad Patrimonio de la Humanidad’. El nombramiento reconocía fundamentalmente el proyecto Universitario del cardenal Cisneros, la trama urbana que diseñara para su soñada ‘Ciudad del Saber’, la ‘Ciudad de Dios’; importante semillero de personajes que forjarían la lengua castellana, la historia de España y del Nuevo Mundo. Pero la Historia de Alcalá, hunde sus raíces mucho más atrás, en la remota Prehistoria; y sigue más hacia delante, hasta nuestros días. Porque la Historia no se detiene; se enriquece a cada día, con nuevas aportaciones, materiales e inmateriales. Pero… también puede empobrecerse.
La situación actual de ese Patrimonio Histórico dista de ser la óptima. Además de los edificios emblemáticos que mostramos con orgullo al visitante, —generalmente bien cuidados y adecentados— la ciudad, su entorno, posee otros elementos de alto valor que languidecen en el olvido. Casonas solariegas venidas a menos; molinos menospreciados; puentes ahora sin uso, desdeñados u olvidados; yacimientos en peligro de ser arrasados… son solo algunos de los problemas que aquejan a este tesoro de la Historia.
Procedentes de diferentes colectivos ciudadanos, bajo los auspicios de la Asociación Hijos y Amigos de Alcalá y de Ecologistas en Acción, en 2008 se forma un grupo de trabajo nutrido por historiadores e investigadores de Alcalá, con el asesoramiento de técnicos en diferentes disciplinas. A partir de ese trabajo en común, se elabora la Lista Roja del Patrimonio Complutense , presentada el 25 de enero de 2010, primer paso de una actividad que pretende tener proyección de futuro. Futuras ediciones y actualizaciones, nuevos documentos, aportaciones, etc, son las herramientas que esperamos usar para detener el olvido, acotar la desidia, construir en positivo, manteniendo en pie el recuerdo de lo que somos, de lo que nos rodea.
¿Por qué una Lista Roja en Alcalá? Teníamos el precedente de la Lista Roja del Patrimonio elaborada por la prestigiosa asociación Hipania Nostra. Un buen ejemplo de catalogación de patrimonio en riesgo, de preocupación y advertencia pública de situaciones que, por desgracia, se repiten demasiado a menudo. Deseábamos hacer algo similar y específico para Alcalá de Henares; sin intentar sustituir aquél meritorio trabajo, pero acercándonos más a la realidad local complutense. Juntando conocimiento y pasión por ‘las cosas de Alcalá’.
El Grupo nació sin colores políticos, sin sesgos de ninguna clase, sin discriminaciones. Alcalaínos, complutenses, somos todos, al margen de nuestras opiniones personales, respetables. Lamentablemente, es vicio común de nuestros días la polaridad política. Detrás de cada acción o dejación, generalmente hay una Administración (local, autonómica o estatal) que, en ese momento, tiene un determinado color político. De manera casi inevitable la ciudadanía, debidamente estimulada, tiende a defender a los que considera sus colores; a posicionarse contra los que estima contrarios. Se impone la ‘disciplina de partido’. Como ciudadanos de pensamiento autónomo, nos oponemos a ese sesgo que nos divide. El Patrimonio, la querencia por la Tierra, la Cultura, no han de entender de partidismos nocivos. La Lista Roja no surge como herramienta de división, sino como mano tendida en positivo. Una vez conocido el defecto, busquemos cómo solucionarlo, más bien que dedicar esfuerzos a encontrar culpables. Aunque los haya.
Alcalá de Henares es mucho más que sus ‘venerables piedras’. La ciudad se construye y pervive cada día, con el esfuerzo de cada alcalaíno, de nacimiento o adopción. Con el aliento y aprecio de los visitantes, de los pueblos del alfoz —tan cercanos—, con el arrullo del río Henares que riega incansable estas tierras. Pero sin esas ‘venerables piedras’, sin estos hitos que nos perviven, algo importante nos faltaría.
Queremos trabajar en positivo, buscando que el Patrimonio Histórico –monumental y doméstico–, el Patrimonio Cultural y el Patrimonio Natural, sean conocidos por todos, que sea algo de todos y que todos estemos implicados en su conservación.
Conocer es la clave. No podemos amar lo que no conocemos. Conozcamos Alcalá cada día. Seamos, así, acreedores del agradecimiento de nuestros hijos y nietos, como lo somos nosotros de nuestros padres y abuelos por un patrimonio transmitido generación tras generación. Herencia universal de la Humanidad de la que los complutenses somos legatarios, preservándola por encima de colores políticos y siglas, a corto, medio y largo plazo.
Para que nuestros sucesores la reciban en mejor estado. Para que la Historia se siga escribiendo en Alcalá con letras de oro y plata; en piedra y barro. Para que esa escritura perviva.
Al margen de la elaboración de la la Lista Roja del Patrimonio Complutense, la actividad del grupo ha sido intensa durante todos estos años: notas de prensa, programas de radio y artículos (en prensa y en redes sociales) denunciando atrocidades de todo tipo por el mal estado, ruinoso, abandono total, destrucción de yacimientos arqueológicos y edificios históricos, etc. También se publicó el libro sobre el antiguo aeródromo Barberán y Collar, y se organizó la conmemoración del primer salto paracaidista, que fue en dicho campo, con una placa y la asistencia de autoridades militares, municipales y universitarias. También se le ha prestado atención al Yacimiento de la Esgaravita y al abandono que sufre la Villa de El Val: al yacimiento de la calle de las Vaqueras; a la Casa donde estuvo la antigua fábrica de hielo Gallo en calle Nebrija; al reloj de El Encín, que tras tres años de seguimiento y acoso hemos conseguido que regrese a El Encín; a La Galera; a las ermitas del Ecce Homo y el estado del cerro; al refugio antiaéreo del Campus y la capilla de la Virgen de Loreto; a los palomares de Alcalá; a la finca de Espinillos y la del Soto de la Ciudad; al retablo de la capilla de El Encín; al molino del Colegio y al de la isla de los García; al polvorín de la cuesta del Zulema que el ayuntamiento tapó con el basurero; a pintadas en varias en fachadas históricas que no eliminan; a fachadas que el ayuntamiento ha enfoscado de colores pastel; a la conservación de la antigua residencia de suboficiales y farmacia militar; a la colaboración con la restauración de la escalera histórica de la casa de Jean Laurent, hoy Escolapias…