Candidatos al Premio Atila 2020

Candidatos al Premio Atila 2020

Conocidos los colectivos candidatos al premio ARCE a la mejor conducta ambiental, publicamos los candidatos a recibir el no tan honroso premio Atila a la peor conducta ambiental durante el año 2020 en al comarca de Alcalá de Henares:

Proyecto Meco Solar, promovido por Alten Renovables Iberia

Motivos para su candidatura al premio Atila 2020:

o Muestra del enfoque erróneo ante la necesidad de cambiar la matriz energética.
o Apuesta por grandes instalaciones con fuerte impacto ambiental en vez de pequeñas instalaciones distribuidas.
o Se pretende seguir con el mismo consumo energético sin cambiar el modelo económico.
La planta solar fotovoltaica “Meco Solar”, promovida por la compañía Alten Renovables Iberia 1, S.L.U, pretende ser construida al sureste del término municipal de Meco (Madrid), con una potencia total de 49,98 MWp y una superficie de 99,75 hectáreas.
Este proyecto es candidato al premio Atila por la gran superficie de suelo agrícola, de elevada calidad, que va a ser destruido, por situarse en una zona de importancia para las aves (IBA 74 “Talamanca-Camarma”), a las puertas de la ZEPA 139 “Estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares” y cerca de la ZEC ES3110001 de las “Cuencas
de los ríos Jarama y Henares”; junto al arroyo de las Monjas; por representar un modelo de producción eléctrica que mantiene el control en manos de grandes empresas; por situarse intencionadamente por debajo de las 100 hectáreas para no tener que someterse a una evaluación de impacto ambiental ordinaria, de más calado que la evaluación de impacto ambiental simplificada que disfrutará. El proyecto implica el hormigonado de 3.8 km de caminos, un vallado perimetral de 8 km, cimentaciones de hormigón para los 123.400 módulos fotovoltaicos de silicio monocristalino, cableado enterrado en zanjas de 60 cm de profundidad, una subestación eléctrica de 2000 m2, un edificio de control de 230 m2, una línea eléctrica aérea de alta tensión a 132 Kv de 450 metros, 80.000 m3 de movimiento de tierras,
recorte de vegetación por encima de los 50 cm de altura. Es decir, transformará un espacio agrícola en un lugar urbanizado de características industriales.
Como éste, hay cientos de proyectos similares repartidos por toda la geografía española, dentro del PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030) promovido por el gobierno de la nación y cuya falta de criterios lo convierten en un grave peligro para la conservación del paisaje, los recursos como el suelo agrícola y la
biodiversidad ya que prevé instalar unos 30 GW (30.000 MW) fotovoltaicos con el necesario objetivo de descarbonizar la producción energética para hacer frente a las consecuencias del cambio climático. Pero este loable fin no puede ser una carta en blanco para dañar nuestros paisajes, biodiversidad y tierras agrícolas.
Para que este Plan tenga sentido necesitamos transformar profundamente nuestro modelo de producción y consumo, única manera de reducir el consumo energético actual, con base en el ahorro y la eficiencia, y un sistema de generación de energía lo más participado, democrático y distribuido posible, cerca de los lugares de consumo;
incentivando especialmente el autoconsumo.
Para alcanzar el objetivo marcado por el PNIEC hay que transformar unas 72.000 hectáreas en plantas solares, un 0,144 % del territorio nacional. Actualmente la superficie construida en España (ciudades, industrias, infraestructuras…) supone aproximadamente el 2,56% de la superficie del país.
Si pretendemos gastar la misma energía, pero con fuentes alternativas, sencillamente nos encontraremos con los límites de los recursos que harán inviable su desarrollo y mantenimiento a la escala que se está planteando. Para evitar daños sobre el paisaje y la biodiversidad, necesitamos proyectos verdaderamente sostenibles, por lo que
consideramos fundamental que se prioricen los proyectos de autoconsumo y de plantas solares pequeñas en las zonas ya urbanizadas o más deterioradas como pueden ser las cubiertas de las viviendas y naves industriales, solares o bordes de infraestructuras, además de contar con una planificación territorial previa que excluya
todos los espacios que destaquen por su paisaje, biodiversidad o valor agrario.

Proyecto ALMA HENARES (Área Logística Meco-Azuqueca)

Motivos para su candidatura al premio Atila 2020:

o Ejemplo de proyecto que continúa con el modelo logístico asociado a la globalización.
o Pérdida de mucho suelo fértil, contaminación atmosférica y acústica, despilfarro de recursos.
o Contra el cambio climático se necesita la relocalización de la economía y en especial de la producción de alimentos.
El proyecto ALMA (Área Logística Meco-Azuqueca), se situará en los términos de Meco y Azuqueca, ocupando 360 hectáreas (260 en Meco y 100 en Azuqueca) de suelo cultivable de gran valor agrológico, urbanizándolo y destruyéndolo, gracias a una inversión privada próxima a los 1000 millones de euros y a un respaldo inequívoco de
los ayuntamientos de Meco (Madrid) y Azuqueca (Castilla La Mancha). La superficie correspondiente a Meco es similar al que ocupa actualmente el municipio por lo que duplicará su espacio urbanizado.
Este proyecto es candidato al premio Atila porque el extenso territorio afectado será llenado de naves y viales, esencia de un área logística, para ser el destino de un tráfico continuado de camiones que transportarán las mercancías que procederán de cualquier lugar del planeta para almacenarlas y posteriormente repartirlas a los
lugares de venta y consumo final, promoviendo el cambio climático, la contaminación y el despilfarro de recursos naturales, cada vez más escasos y valiosos. Además, necesitará el desdoblamiento de la M-116; la reforma de la vía de servicio de la autovía del Nordeste entre Miralcampo y Meco; la prolongación de la CM-1008 (carretera de la Vega o de la Patata) hasta Meco; la finalización del viario del acceso a la R2; la duplicación del puente sobre el ferrocarril; la mejora del viario perimetral y una campa para camiones. También implicará la construcción de un nuevo emisario y
aliviadero a la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) que presta servicio a Meco, el UP1 y Miralcampo; colectores al río Henares para desaguar las aguas pluviales y un nuevo depósito de agua o ampliación del que tiene Meco.
Las ingentes cantidades de mercancías movilizadas con destino u origen en ALMA HENARES, recorrerán distancias de miles de kilómetros usando combustibles fósiles, que están en el origen del cambio climático. Por tanto, no son políticas consecuentes con los objetivos internacionales para reducir la emisión de gases de efecto invernadero que están en el origen del cambio climático, sino todo lo contrario, lo profundizarán. Por otra parte, la previsible escasez y encarecimiento de los derivados del petróleo hará menos viable el comercio internacional y muchas actividades
deberán de volver a situarse en nuestro territorio, especialmente la producción alimentaria lo que convierte en una insensatez este tipo de proyectos que dilapidan los suelos agrícolas de mejor calidad de la zona, un recurso no renovable, con el agravante de formar parte de las tierras que son regadas con el Canal del Henares, una obra de ingeniería que trajo en su momento un incremento de la productividad de unos suelos agrícolas de por sí valiosos.
La crisis ecológica a la que nos enfrentamos (calentamiento global, pérdida de biodiversidad, contaminación generalizada…) necesita de otro tipo de iniciativas.

Avance del Plan General de Ordenación Urbana de Alcalá de Henares

Motivos para su candidatura al premio Atila 2020:

o Máxima demostración de la incapacidad de nuestros políticos de entender los retos y necesidades que supone la crisis ecológica.
o Pretensión de continuar con la expansión de la ciudad por zonas de alto valor ambiental.
o Nula adaptación de la ciudad a las duras condiciones que se nos echan encima.
Proyecto candidato al premio Atila por la destrucción de 350 hectáreas de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA 139) de las Estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares, situadas al norte de la ciudad.
Se trata de un proyecto apoyado por la mayoría de los partidos con representación municipal cuya aprobación supondría la urbanización de tierras agrícolas en las que se siembran cultivos de secano con un valor estratégico ante la previsible escasez de petróleo que supondrá la necesidad de contar con producción de alimentos en las
proximidades de las poblaciones; por ser parte del paisaje identitario local; por constituir una zona de amortiguación de las zonas más valiosas de la ZEPA y por la necesidad de poner un límite al crecimiento urbano. En total se urbanizarían 263 hectáreas en las zonas conocidas como Pago Grande y Retamar.
El otro punto de desarrollo urbano previsto se sitúa entre el campus de la Universidad de Alcalá de Henares y el término municipal de Meco que implicaría un continuo urbano entre Alcalá de Henares y Meco, sin ninguna franja de suelo libre que identifique cada población. Además, esa franja que pretenden urbanizar constituye el
único corredor ecológico disponible entre el río Henares y las estepas cerealistas, muy importante para que sea posible el movimiento e intercambio genético entre estos dos espacios naturales protegidos. En total se construirían 152 hectáreas en esa zona conocida como El Carmen.
Un Avance que no hace frente a los principales retos a los que nos enfrentamos como sociedad: el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, la contaminación generalizada y la relocalización de las actividades básicas ante la inevitable escasez de petróleo.
Un Avance que ha ignorado intencionadamente las opiniones mayoritarias del proceso participativo que se posicionaron en contra del crecimiento urbano de la ciudad para centrar los esfuerzos en la mejora del espacio construido que deja mucho que desear: aceras pequeñas, parques casi abandonados, elevada contaminación atmosférica, suciedad en las calles…
Un Avance que mira a los espacios naturales como zonas verdes en vez de refugios de una biodiversidad imprescindible de cuidar y conservar.
Un Avance que refleja la posibilidad de construir el segundo campo de golf de El Encín. El actual campo de golf sigue funcionando a pesar de contar con una sentencia del Tribunal Supremo en 2013 que lo sitúa en la ilegalidad.
Un Avance que plantea construir una depuradora en la finca de Espinillos iniciando la urbanización de este valioso reducto agrícola en las proximidades de Torrejón de Ardoz y dejando los terrenos que actualmente ocupa la EDAR para el negocio urbanístico.
Un Avance que consolida el desmontaje industrial tras años de modificaciones puntuales que han transformado muchas parcelas productivas (Bosch, Liade, Gal, Poliseda…) en residenciales y cuya falta de espacios productivos es el principal argumento para proponer la transformación de la ZEPA y El Carmen en zonas productivas. De hecho, Química Sintética ya tiene un espacio reservado colindando con la ZEPA y el río Torote.

AMAZON-Alcalá de Henares

Motivos para su candidatura al premio Atila 2020:

o Símbolo del modelo consumista insostenible.
o Destruye la economía local, desestructura la ciudad y destroza el medio ambiente.
o Empresa rica a la que se le dan todo tipo de facilidades pese a ser insolidaria y no pagar casi impuestos.
Amazon es candidato al premio Atila por representar el paradigma de la venta de comercio electrónico a nivel mundial, contando dicha multinacional desde hace unos meses con unas naves de grandes dimensiones sobre 12 hectáreas del polígono industrial “El Encín”(Alcalá de Henares), adquiridos en su momento por el holding
Grupo Baraka, especializado en inversiones inmobiliarias.
Amazon es propiedad de Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo y su llegada fue posible gracias a una Modificación Puntual del PGOU aprobada por el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, justificándolo con el manido reclamo de la generación de empleo, aunque finalmente dará trabajo a unas 500 personas, lejos de las 1000 que se barajaron inicialmente, y con una probable destrucción en paralelo de empleo del pequeño comercio, muy castigado por las grandes superficies, y superior, muy probablemente, al que genera este modelo de compra electrónica. Una Modificación Puntual que se sumaba así a las decenas que se han ido aprobando a pesar de ser un recurso excepcional de la planificación urbanística ya que hace perder el sentido original de la ordenación territorial municipal. Compras electrónicas y transporte incesante de mercancías movidas gracias a los combustibles fósiles lo convierte en una
actividad motora del cambio climático, la contaminación global y la afectación a los comercios pequeños que dan vida y sentido a las ciudades.
Es llamativo que, de cada 100 € gastados en el pequeño comercio, 45 se quedan en la economía local, mientras que los de una gran superficie son apenas 15 €, y para el caso de Amazon, apenas nada.
Las cuatro sucursales de Amazon en España facturan en gran medida en Luxemburgo, donde se encuentra la sede de la compañía, beneficiándose así de una legislación fiscal más favorable. El volumen aproximado de negocio de Amazon en nuestro país fue de casi 500 millones de euros en 2018, pero los impuestos pagados no llegaron a 4 millones de euros.
Algunos datos que nos dan pistas sobre la dimensión de este comercio: 158 paquetes por segundo o 5.000 millones de paquetes anuales; un modelo puerta a puerta que implica un incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero y de generación de residuos; compra por Internet con una huella de carbono hasta un 7% superior a la compra física, debido al enorme consumo de energía de los servidores digitales; mayor necesidad de transporte que afecta a la congestión de la ciudad y es exigente en transporte de larga distancia hasta los centros de logística; y una gran necesidad de embalaje de un solo uso que conlleva despilfarro de recursos, contaminación y costes de tratamiento de residuos.
Además, en la superficie ocupada por las naves se encuentra el rico yacimiento prehistórico de “La Magdalena”, con restos de diferentes cronologías. Desde tiempos prehistóricos, pasando por romanos (área de actividad fabril, con pozos, hornos cerámicos, etc.), y también restos visigodos. Supuestamente todo sigue debajo de lo construido, aunque desconocemos en qué condiciones.
Como otros proyectos que producen una enorme huella ambiental (transporte, contaminación, consumo de recursos…) suelen hacer gala de certificaciones como BREEAM con calificación “Buena”, asociado a un bajo consumo de energía y bajas emisiones de dióxido de carbono, e incluyendo tecnologías como iluminación LED y sistemas de recuperación de calor y energía integrados en la instalación de aire acondicionado que no compensan ni una mínima parte del impacto que genera dicho modelo de consumo.