El Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha presentado su avance de Plan General de Ordenación Urbana. ¿Qué es un plan general? Un instrumento legal que define la estructura urbana de una ciudad, y por tanto condiciona cómo va a funcionar en las próximas décadas. Las consecuencias para las personas que habitamos la ciudad son mucho mayores de lo que se suele pensar, ya que el plan influye en cuestiones fundamentales como dónde están y cómo son nuestras viviendas, cuánto y cómo tendremos que desplazarnos, qué tipo de actividad económica se favorece, qué dotaciones tenemos en cada barrio, etc.
Además, un plan general tiene que responder a las tendencias sociales, económicas y ecológicas del presente y las que se prevén para las próximas décadas. Tiene que responder, por tanto, al verdadero desafío de nuestro tiempo: ¿cómo vamos a prepararnos para las consecuencias del cambio climático y otros problemas ambientales? Los escenarios para un futuro cercano en el centro de la península ibérica que nos plantean los científicos hablan de un importante incremento de olas de calor en verano, de mayor riesgo de incendios, de menor disponibilidad de agua dulce, de pérdida de biodiversidad que nos hace más vulnerables a plagas y pandemias, de disminución de la energía disponible, de pérdida de suelo fértil, de probables dificultades en el suministro de alimentos…y un largo etcétera de malas noticias. Los informes de los organismos internacionales advierten de forma cada vez más clara que esta suma de factores puede llevar al colapso de nuestra sociedad si no tomamos medidas de forma inmediata. El objetivo debe ser disminuir drásticamente el impacto en la biosfera de las actividades humanas mediante la reducción del consumo de energía y materiales y de los residuos que generamos: el decrecimiento. Para ello es imprescindible transformar en profundidad la forma en la que vivimos. Y una parte importante de esa transformación tiene que ver con la política urbanística.
¿Qué plantea el avance del Plan General ante estas cuestiones? Nada.
La primera recomendación de los expertos para adaptarse a estos retos es que las ciudades deben ser compactas, dejando de extenderse por el territorio. Deben favorecer la movilidad peatonal y reducir todo lo posible la necesidad de transporte motorizado, en especial del coche particular. Eso se consigue creando cercanía, favoreciendo barrios multifuncionales en los que sea posible residir, estudiar, trabajar, comprar, pasear, acceder a la cultura, etc.
¿Cuál es la propuesta del Plan? Que Alcalá siga extendiéndose, aumentando la necesidad del transporte motorizado para acceder a las nuevas zonas urbanizables. La ciudad para el coche. Y sin medidas de reequilibrio entre unas zonas y otras de la ciudad.
Otra recomendación que hacen instituciones y organismos es evitar la transformación de suelo fértil en zona urbana. Una de las claves para poder seguir habitando cada pueblo o ciudad será la capacidad de producir alimentos cerca de donde se consuman. Alcalá aún mantiene parte de su fértil vega junto al río Henares y de sus estepas cerealistas al norte de la ciudad. Conservar ambos espacios es de una importancia estratégica ya que muy probablemente nos van a hacer falta para su uso tradicional: el cultivo de alimentos. El flujo de alimentos que nos llegan actualmente desde miles de kilómetros va a ir cesando debido al agotamiento del petróleo y a la necesidad imperiosa de disminuir las emisiones de gases que producen cambio climático, una parte importante de las cuales se produce al quemar combustibles fósiles para el transporte.
¿Qué dice el Plan? Propone convertir los campos de cereal en naves logísticas, y no hay ni una sola palabra acerca de la importancia de salvaguardar el terreno fértil, ni una propuesta de revertir la clasificación urbanística de espacios aún no construidos para volver a ser considerados suelo agrario. El argumento a favor de las naves es el de siempre: los puestos de trabajo. Pero no hay puestos de trabajo en un planeta muerto.
La Unión Europea agrupó a los espacios más importantes para la conservación de la biodiversidad en la Red Natura 2000. Alcalá cuenta con el privilegio de albergar en su término municipal dos de esos espacios naturales: la ZEPA cerealista y el ZEC del río Henares. La conservación de la biodiversidad es esencial para que las personas sigamos recibiendo los servicios ecosistémicos que hacen posible nuestra vida: aire limpio, agua potable, control de plagas, polinización, etc.
¿Respuesta del Plan? Protejamos la ZEPA llenándola de cemento y asfalto. La barbaridad que supone esto acabará llegando a los tribunales, nacionales o europeos, ante su manifiesta ilegalidad. En cuanto al río Henares, la medida más eficaz sería crear una banda a lo largo de la margen derecha (la que da a la ciudad) libre de edificaciones y de cultivos, para que pudiera desarrollarse plenamente el bosque de galería propio de un río saludable, y reclasificar como no urbanizables todas las islas y vegas del río. ¿Hay algo de esto en el Plan? No.
El aumento de días y noches de calor insoportable no ha hecho sino crecer, y las previsiones dicen que es solo el comienzo. En estas circunstancias, un programa de adaptación convertiría el arbolado urbano en un eje estratégico, tanto para actuaciones de remodelación de calles como para la elaboración de un plan ambicioso de creación de nuevas zonas sombreadas. Combatir el efecto isla de calor va a ser la diferencia entre veranos duros de soportar y veranos directamente insoportables.
¿Y el Plan, qué opina de esto? No sabe/no contesta. No presenta una estrategia de infraestructuras verdes, no menciona la necesidad de dotarse de unas ordenanzas de arbolado acordes con la situación, no hace sino presumir de la cantidad de zonas verdes que tenemos. Verdes en los planos, aunque acaben siendo aparcamientos o recintos feriales llenos de cemento y asfalto.
El parque de edificaciones es uno de los principales responsables del consumo energético y de las emisiones de gases de efecto invernadero. Es necesario reconvertir viviendas, edificios de oficinas, centros de enseñanza, naves, industrias, etc., en edificios eficientes energéticamente. Para ello hace falta ambición, pues se necesitarán abundantes recursos públicos y privados. Pero a la vez puede ser una gran fuente de empleo en el sector de la construcción.
¿Qué importancia le da el Plan? Se limita a mencionar la normativa existente, que no ha logrado ningún resultado apreciable. Hace falta definir una serie de medidas precisas y disponer de los instrumentos necesarios para impulsar de verdad la rehabilitación y el aislamiento del parque edificado, en lugar de hablar de las viviendas por construir.
Hay muchos otros aspectos que se podrían mencionar, pero en resumen, para encarar el gigantesco reto que supone la degradación de las condiciones ambientales hace falta ser conscientes de los problemas y articular una estrategia prudente, realista y urgente. Un Plan General puede ser uno de los instrumentos para ello. Lamentablemente, lo que propone el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alcalá es una oportunidad perdida y solo va a agravar dichos problemas. Lo malo es que no tenemos ni tiempo que perder ni más oportunidades como para desperdiciar ésta.
Cuando, en pocos años, comprobemos dolorosamente que nuestra ciudad no se ha preparado para lo que nos viene encima, ¿quién se hará responsable de este tremendo error?