Un paseo por la finca de El Carmen y el límite con el municipio de Meco.
Facilitar a la población el conocimiento de los valores naturales, históricos y culturales del territorio en el que habita es una manera de apreciar la importancia de lo próximo y así, poder hacer frente al diseño, sin alma, de las ciudades que los políticos hacen sobre el papel.
Este ha sido el objetivo que ha movido a Ecologistas en Acción de Alcalá de Henares a convocar esta excursión a la que se han sumado medio centenar de vecinas y vecinos de la localidad.
Desde hace varios años, la asociación ecologista organiza excursiones de proximidad con la intención de disfrutar y conocer lugares de interés natural en los alrededores de la ciudad, en un radio de unos 30 kilómetros, demostrando que no es necesario hacer desplazamientos de larga distancia para disfrutar de la naturaleza, con un impacto mucho más reducido.
En esta ocasión el objetivo ha sido conocer un espacio, situado dentro del propio término municipal de Alcalá de Henares en el límite con el municipio de Meco, que se encuentra en peligro de ser urbanizado por las públicas intenciones del actual equipo de gobierno de la ciudad, dirigido por el alcalde, Javier Rodríguez Palacios, de ampliar la ciudad construida en esa zona.
Se trata de toda la franja situada entre la A-2, la carretera de Meco, el campus de la Universidad de Alcalá de Henares y el término municipal de Meco. Una franja de terreno que merece la pena mantener como espacio no construido.
Entre las personas a las que agradecemos que hayan compartido su conocimiento con los asistentes queremos destacar la presencia de D. Antonio Gómez Sal, catedrático de Ecología de la UAH, quien ha hablado, entre otros asuntos, sobre la finca de El Carmen, su orígenes y su relación con el convento de las Carmelitas de Afuera, a quien suministraba agua potable a través de unas galerías subterráneas, conocidas como viajes de agua, que canalizaban el agua desde la segunda terraza del Henares. Dicha finca, ahora propiedad de la UAH fue objeto hace 30 años de una plantación de encinas, especie nativa del lugar, ofreciendo ahora una interesante muestra forestal de lo que antaño fueron los densos bosques que existieron en la zona. Junto con las encinas hay una gran abundancia de almendros, muchos de los cuales han crecido de manera espontánea, y que ofrecían un regalo de color por su espectacular floración.
La finca de El Carmen, junto a terrenos propiedad de la Comunidad de Madrid, forman una amplia franja de terreno libre, cubierto de pastos y retamas, con gran abundancia de conejos, una especie catalogada como “en peligro” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, al haber caído su población un 70% en los últimos diez años, con las consecuencias que puede acarrear sobre el resto del ecosistema al ser el elemento del que dependen hasta el 40% de las especies depredadoras. Este terreno es el único espacio sin construir en la zona este del término municipal de Alcalá de Henares, manteniendo la capacidad de ser un corredor ecológico, es decir de un espacio imprescindible para mantener las salud de los ecosistemas, de los que el ser humano depende, al comunicar el espacio natural del río Henares con el espacio natural de la ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) de las estepas cerealistas del Henares-Jarama.
A esa función de corredor ecológico se suma la de mantener una separación física con el término municipal de Meco cuyos polígonos industriales han llegado hasta el de Alcalá.
Los otros valores de esta zona que se han destacado durante el paseo han sido la conservación de las vías pecuarias, representada por la Cañada del Listón, que sufrió en el año 2008, una modificación de su trazado para permitir la construcción de un campo de golf, el de El Encín, que finalmente fue declarado ilegal por el Tribunal Supremo. Se ha hecho hincapié en la importancia pasada de esta red de caminos que permitían el tránsito del ganado entre el Sur y el Norte peninsular, y entre el este y el oeste, a través de los 125.000 km de cañadas, cordeles, veredas y coladas que forman un patrimonio único en el mundo de incalculable valor natural, histórico y cultural. Dicha red de vías pecuarias, ante un horizonte de escasez de combustibles fósiles, auténtica locomotora del irracional modelo de producción, transporte y consumo, y que provocará profundos cambios en nuestros modos de vida, será más que prudente no solo mantenerla, al permitir un uso sostenible de los recursos sino que, además, debería ser objeto de recuperación de todas aquellas que han sido usurpadas por administraciones y particulares.
Por último, el grupo ha visitado la laguna de Meco, un humedal de unas 70 hectáreas, formado en el año 2006 a partir de la extracción de áridos para la construcción del polígono de Meco, junto a las cárceles de Alcalá de Henares. En poco tiempo el humedal se ha constituyó en un lugar destacado dentro de los humedales del centro peninsular, con especies que solamente se reproducen en este punto dentro de la Comunidad de Madrid, como el fumarel cariblanco o la gaviota reidora; otras que tienen aquí su principal punto reproductor como el zampullín cuellinegro o la cigüeñuela. Pero, por encima del grupo de especies reproductoras la laguna ha destacado como sitio de enorme importancia para las aves en sus migraciones, como el grupo de las limícolas. En total se han observado 184 especies de aves, un auténtico reservorio de una biodiversidad que está afrontando la sexta extinción masiva por la actividad humana.
La excursión ha finalizado a las 13:30 horas, junto al apeadero de tren de la Universidad, acompañados de un sol radiante y de unas temperaturas próximas a los 24 grados que nos recuerdan que el calentamiento global está aquí para quedarse. Hacer frente a sus causas y consecuencias es un reto inevitable que nos invita a reflexionar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones que pasan, entre otras, por decrecer en el consumo de recursos y energía.