MANIFIESTO DEL III DÍA ESTATAL DE LAS VÍAS PECUARIAS Y CAMINOS PÚBLICOS.

MANIFIESTO DEL III DÍA ESTATAL DE LAS VÍAS PECUARIAS Y CAMINOS PÚBLICOS.

En las vías pecuarias de Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz, a 26 de marzo de 2023.

Ecologistas en Acción de Alcalá de Henares agradece vuestra asistencia.

Hoy, 26 de marzo de 2023, convocados a nivel nacional por la Plataforma Ibérica por los Caminos
Públicos, Ecologistas en Acción y la Federación Española de Deportes de Montaña, celebramos
el Día Estatal de las Vías Pecuarias y de los Caminos Públicos, un patrimonio tan rico y exclusivo
como desconocido. Desconocido por su desuso y desconexión de la población con el
aprovechamiento de estos caminos ancestrales que se extienden por todo el estado español, y
que explica en gran parte el deterioro que sufren.

El Día Estatal de las Vías Pecuarias se celebró por primera vez en 2019, y desde entonces, y con
el paréntesis obligado por la pandemia, alrededor de 110 clubes deportivos y asociaciones
ganaderas, senderistas, ciclistas, ecologistas y vecinales han movilizado a miles de personas por
casi todo el Estado para conocerlas y reivindicar su conservación y mejora. Además, desde el año
2022 los caminos públicos también se han incorporado a la convocatoria.

Estamos aquí para conocer estos caminos milenarios pero también para pedir que se avance con
urgencia en su mejora y protección, en su inventario, clasificación, deslinde y amojonamiento
por parte de las administraciones, en reabrir los que han cerrado, en recuperarlos de
usurpaciones, ocupaciones por cultivos, construcciones e infraestructuras, en acabar con usos
indebidos y presencia de basura. Unos problemas cuyos principales responsables son los
propietarios linderos y unas administraciones públicas incapaces e irresponsables.

Las vías pecuarias y caminos públicos, bienes de dominio público, poseen grandes e
indiscutibles valores históricos, naturales, culturales, a los que hay que añadir el gran valor
ecológico y natural que poseen y los diversos e importantes servicios ambientales que nos
proveen los ecosistemas existentes en ellos. Además, son el lugar ideal para practicar otras
actividades, compatibles con su conservación y el uso ganadero prioritario, como el
senderismo, el ciclismo o el disfrute de la naturaleza a través de una red de miles de kilómetros
que se extiende a lo largo y ancho del territorio nacional.

Hoy andaremos 10 kilómetros por lugares que eran bien conocidos por la población hasta la
década de los 60 y que resisten numerosas agresiones esperando que sean de nuevo recorridos
y cuidados. Se trata del Cordel de la Legua, la Cañada del Torote, el Descansadero del Torote, la
Colada de Lavapellejos y la Cañada de Castil de Lobos. Caminos ganaderos para nuestro uso y
disfrute.

La zona que nos ocupa, en el límite entre Torrejón de Ardoz y Alcalá de Henares, es un buen
ejemplo de las negativas consecuencias que para las vías pecuarias han tenido el crecimiento
urbano y el desarrollo de polígonos industriales y logísticos, las carreteras y otras
infraestructuras, los vertidos o la presencia de bases militares. Lo positivo es que a pesar de su
grave deterioro no han perdido su condición de bienes de dominio público por lo que todavía
es posible revertir su situación y conseguir la recuperación de su continuidad y funcionalidad.

La historia nos recuerda que las vías pecuarias están reglamentadas y protegidas desde hace 750
años, cuando en 1273 el rey Alfonso X El Sabio fundó el Honrado Concejo de la Mesta de los
Pastores de Castilla, con la misión principal de organizar las cañadas. Cañadas que junto a
coladas, veredas, cordeles y descansaderos conforman una red de 125.000 km de longitud
ocupando una superficie de unas 450.000 hectáreas, el 1% de la superficie de España.
Una superficie similar al tamaño de la provincia de Pontevedra. La Comunidad de Madrid es recorrida
por 1796 vías pecuarias con una longitud total de 4168 kilómetros y 13.093 hectáreas de
superficie. Se trata de un patrimonio de enorme valor cuyo deterioro se inició en 1836 con la
abolición de la Mesta por la pérdida del valor de la lana, y acelerado desde la década de los años
50 por los procesos migratorios asociados a la industrialización que afectaron profundamente a
las prácticas rurales y ganaderas. Pero todavía en la actualidad hay varios miles de cabezas de
ganado (ovejas, cabras y vacas) que recorren a pie algunas de las principales vías pecuarias de
nuestro país manteniendo la trashumancia y trasterminancia, manteniendo un conocimiento
que tal vez termine por recuperar su espacio en un mundo que plantea numerosas incógnitas
para hacer frente a crisis globales y regionales como la ecológica, la climática o la creciente
escasez de recursos como el petróleo.

Llama la atención que un patrimonio histórico y cultural de tanto valor, coetáneo de
construcciones tan representativas y valoradas como la catedral de Burgos, la iglesia del
monasterio de Santo Toribio de Liébana o el primer recinto amurallado de Alcalá de Henares, sea
considerado de segunda o tercera categoría frente a sus parientes arquitectónicos, con
consecuencias dramáticas para las vías pecuarias. Es curioso que mientras se cuida e invierten
partidas económicas para que estos magníficos edificios sean mantenidos como se merecen para
ser disfrutados por las generaciones actuales y futuras, las vías pecuarias son ocupadas,
roturadas, interrumpidas, troceadas, robadas, destruidas, asfaltadas, ignoradas y maltratadas
por propietarios colindantes y lo que es peor, por las mismas administraciones que deberían de
velar por ellas ¿Acaso no es un patrimonio también merecedor de protección y cuidado?

Hoy estamos aquí para conocer por dónde discurren algunas de ellas, aunque con mucha
dificultad porque la Administración no ha colocado los mojones a los que le obliga la ley desde
el año 1995; para saber cómo llegar a ellas; para disfrutar de sus valores naturales y
patrimoniales; para iniciarnos en su defensa frente a los numerosos peligros que les acechan.
Llama la atención que se encuentren tan deterioradas a pesar de que las leyes que las amparan
son suficientes para posibilitar su conservación y mejora, al permitir actuar de oficio sobre los
tramos perdidos, la superficie ocupada y garantizar los pastos y vegetación que les
corresponden para mantener sus dos características más importantes: su continuidad para
poder constituir la red interconectada que es, y la naturalidad de sus suelos para que crezca la
vegetación que hace posible que los ganados se puedan alimentar mientras transcurren por
ellas. Una naturalidad que haría posible su función como corredores ecológicos que permitirían
mitigar la destrucción generalizada de la naturaleza y de la biodiversidad.

Para defenderlas tenemos que profundizar en su uso y conocimiento pero también presionar a
las administraciones, desde la autonómica (que es la competente en la materia), pasando por la
local y la estatal, para que cumplan con el papel que tienen encomendado de velar por el buen
estado de los bienes de dominio público, entre los que se encuentran las vías pecuarias y los
caminos públicos.

Las vías pecuarias que se encuentran en el paseo de hoy son:

1. Cordel de la Legua o de Bilbao. Se trata de una vía pecuaria de 37.5 metros de ancha
que fue ocupada por la base aérea en 1955. El tramo que quedó fuera de la base, de
800 metros, ha sufrido la construcción del polígono industrial Casablanca que lo ha
troceado en tres partes e incomprensiblemente ha sido vallado impidiendo el disfrute
del dominio públicos que constituye. Solicitamos la eliminación de las puertas que
actualmente siguen impidiendo el disfrute público así como su mantenimiento y
renaturalización.
2. Cañada del Torote. Es una vía pecuaria de 75 metros de ancho y 6 km de longitud que
comunica la Cañada Real Galiana o Riojana, junto a la R2, y discurre en paralelo al
arroyo Torote hasta su desembocadura en el río Henares, ocupando una superficie de
45 hectáreas. La construcción de la base aérea militar supuso el vallado y corte de un
tramo de 1.5 kilómetros, haciendo imposible el tránsito ganadero así como el uso y
disfrute. Curiosamente en esa zona cortada es donde se sitúa el campo de golf de la
instalación militar. Solicitamos su reapertura y amojonamiento al mantener su
condición de dominio público pecuario, además de dominio público hidráulico.

3. Descansadero del Torote. Se trata de una zona de 8.5 hectáreas situada entre el río
Torote, las vías del tren y la M300 cuya función fue la de permitir el descanso y
pernocta del ganado trashumante. A finales de la década de los 60 y 70 fue uno de los
lugares de vertido de escombros de construcciones de Alcalá y Torrejón. Solicitamos el
amojonamiento, la retirada del escombro y la recuperación ambiental.

4. Colada de Lavapellejos. Se trata de una vía pecuaria de unos 10 metros de ancha y 8.5
km que discurre paralela al río Henares desde la Casa de la Juventud, en Alcalá de
Henares, hasta el Vado del Safón, ya cerca del actual barrio del Soto del Henares, en
Torrejón de Ardoz. Es una de las vías pecuarias de mayor longitud en el ámbito local
pero que se encuentra interrumpida por la M203 y la M300, así como reducida en
anchura por el polígono situado entre la depuradora de aguas de Alcalá de Henares y el
almacén logístico de LIDL. Solicitamos su amojonamiento y pasos seguros para salvar la
M203 y la M300 así como la recuperación de ancho en la trasera del mencionado
polígono. En la zona urbana solicitamos la instalación de placas que informen de la
existencia de la vía pecuaria en el callejero actual de Alcalá de Henares.

5. Cañada de Castil de Lobos. Se trata de una vía pecuaria de 75 metros de anchura que
se sitúa entre el Vado del Safón, en el río Henares, y la vaguada situada entre el
hospital de Torrejón de Ardoz y el olivar de Espinillos. Existe la incertidumbre sobre si
fue desafectada y vendida hace décadas o todavía mantiene su condición de dominio
público. Solicitamos la aclaración sobre su situación legal y, si fuera el caso, su deslinde
y amojonamiento.
En esta III edición del Día de las Vías Pecuarias y Caminos Públicos, a pocas semanas de las
elecciones autonómicas y locales, pedimos a los partidos políticos que incluyan este
patrimonio en sus programas electorales.

SOLICITAMOS A LA COMUNIDAD DE MADRID:

La clasificación, deslinde y amojonamiento de todas las vías pecuarias. La clasificación
es el acto administrativo que certifica que la vía pecuaria existe, el deslinde define su
trazado y anchura y el amojonamiento permite a las personas saber dónde se sitúa el
dominio público pecuario frente a las propiedades que la rodean.

Estudiar la viabilidad técnica y jurídica de reducir a un solo procedimiento el deslinde y
el amojonamiento, dada la gran calidad de los sistemas de georreferenciación actuales.

Señalizar las vías pecuarias con el cartel autonómico de “Vía Pecuaria” para visibilizar
el dominio público.

Incluir en el Catastro los deslindes de las vías pecuarias e Inmatricular en el Registro de
la Propiedad todas las vías pecuarias deslindadas.

Recuperar las vías pecuarias usurpadas por colindantes, cerradas por particulares o
administraciones y dañadas por infraestructuras.

Conservar los suelos, morfología y ecosistemas existentes en las vías pecuarias
(principalmente pastizales) para garantizar el uso ganadero, prioritario de las mismas;
favorecer la movilidad de la diversidad biológica entre ecosistemas; y para el desarrollo
de los usos complementarios que permite la ley como senderismo, cicloturismo o
disfrute de la naturaleza.

Formar específicamente al SEPRONA, Agentes Forestales y policías locales para evitar
las agresiones que sufren.

Constituir Patronatos de Vías Pecuarias en las comunidades autónomas operativas y
con una participación real de la sociedad civil (ganaderos, agricultores, ecologistas…)

Que el Ministerio para la Transición Ecológica sancione definitivamente la Red Nacional
de Vías Pecuarias y retome el apoyo a las Comunidades Autónomas para informar del
estado de los movimientos ganaderos, así como en el diseño de un nuevo Plan de
Recuperación de la Red Nacional de Vías Pecuarias, como el ejecutado en 20002014, y
que supuso recuperación jurídica y ayuda económica y técnica.

SOLICITAMOS A LOS AYUNTAMIENTOS DE ALCALÁ DE HENARES Y TORREJÓN DE ARDOZ:

Aprobar el Inventario de los caminos públicos de cada municipio, al que obliga el art.
4.d de la Ley 7/85, de Bases del régimen Local; y los arts 32.1 y 36.1 de la Ley 3/2003
de Patrimonio de las Administraciones Publicas.

Trasladar el Inventario al Catastro e Inmatricularlos en el Registro de la Propiedad.

Aprobar las Ordenanzas reguladoras.

Incorporar el Inventario al Plan General de Urbanismo para que los suelos declarados
urbanizables recojan las condiciones de manejo y los que posean suficientes valores
históricos, culturales… sean declarados Suelo No Urbanizable de Especial Protección.